Alrededor de 30 escuelas primarias han sido visitadas por brigadas del DIF Coahuila como parte del programa “Mídete y Pésate”, una estrategia que busca conocer el estado de salud de los estudiantes e impulsar medidas preventivas para combatir la obesidad infantil.
Esta iniciativa responde a la política de retirar comida chatarra de los planteles escolares y promover hábitos saludables desde la niñez.
Diego Siller Beltrán, coordinador regional del DIF Coahuila en la Región Centro, explicó que la campaña es un esfuerzo conjunto entre el Gobierno Federal y el Estatal, en coordinación con IMSS Bienestar y la Secretaría de Salud.
“DIF Coahuila se encarga de medir y pesar a los niños, la Jurisdicción Sanitaria realiza revisión bucal y el IMSS Bienestar aplica otros estudios médicos”, señaló.
Este programa se está desarrollando actualmente en el municipio de Monclova y forma parte de una estrategia nacional impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum. Las acciones se realizan bajo calendario y supervisión de IMSS Bienestar, y con el respaldo de los DIF Municipales, que colaboran con personal para apoyar las brigadas en las escuelas.
El programa “Mídete y Pésate” tiene como objetivo construir un diagnóstico integral sobre la salud y nutrición de las niñas y niños en edad escolar en Coahuila. Esta información permitirá al gobierno diseñar políticas públicas más efectivas en materia de prevención de enfermedades crónicas, como la diabetes y la hipertensión.
“Hasta ahora llevamos unas 30 escuelas atendidas, pero la meta es cubrir todas las escuelas del estado. Todo se realiza con autorización de los padres y bajo un control administrativo riguroso”, detalló Siller Beltrán.
Además de la evaluación física y médica, el programa contempla la orientación a docentes y padres de familia sobre la importancia de la alimentación balanceada, el consumo de agua natural y la reducción de productos ultra procesados.
Las autoridades reiteraron el compromiso de mejorar la calidad de vida de la niñez coahuilense, subrayando que el combate a la obesidad infantil debe iniciarse desde el entorno escolar y familiar, fomentando una cultura de prevención y bienestar.