Carlos Alcaraz vivió un inicio inesperado en su estreno en Tokio, dentro de la gira asiática. El número uno del mundo sufrió una torcedura en el pie izquierdo a los 20 minutos de juego ante Sebastián Báez, lo que encendió las alarmas entre el público. Sin embargo, tras ser atendido y vendado, logró recuperarse y selló la victoria con autoridad: 6-4 y 6-2 en una hora y 32 minutos.
El incidente dejó momentos de tensión, ya que el murciano cayó al suelo con visibles gestos de dolor, lo que hizo temer una lesión de mayor gravedad. Finalmente, todo quedó en un susto y Alcaraz pudo continuar, aunque admitió que jugó con precaución y algo de miedo en los primeros compases.
La lluvia detuvo el encuentro durante casi media hora, enfriando aún más la articulación y generando dudas sobre su estado físico. Pese a ello, el español demostró una vez más su carácter competitivo y cerró el duelo sin dar opciones a su rival argentino.
Con el triunfo, Alcaraz avanzó a la siguiente ronda, donde se medirá este sábado al belga Zizou Bergs, número 45 del ranking ATP. El joven tenista tendrá día y medio para descansar y someterse a tratamiento con el objetivo de llegar en las mejores condiciones a su próximo reto.