Un episodio insólito y lleno de humor se volvió viral: un hombre, identificado como Isaque, se sumó sin inscripción previa a una carrera profesional de ocho kilómetros, participando en estado de ebriedad y usando ojotas.
Lejos de abandonar a los pocos metros, como muchos esperaban, Isaque completó todo el recorrido junto a atletas entrenados y cruzó la meta entre aplausos. Su participación, captada por las cámaras del evento, generó una ola de simpatía en redes sociales y se convirtió en tendencia.
El improvisado corredor relató más tarde que su decisión surgió de manera espontánea: “Yo había bebido y, al ver la multitud, pensé: voy a correr para quitarme la resaca”, declaró en un video difundido por internet.
La falta de vestimenta deportiva y su evidente estado no fueron impedimento para que lograra la meta. Incluso, los organizadores decidieron entregarle una medalla como al resto de los competidores, explicando que su participación transmitió un espíritu festivo y demostró que el deporte puede generar un ambiente sano y divertido.
El gesto fue celebrado por la comunidad, que creó una cuenta en redes sociales para que Isaque, quien no cuenta con celular, pudiera recibir mensajes de apoyo. Así, lo que comenzó como una ocurrencia etílica terminó convirtiéndose en una historia viral que arrancó sonrisas dentro y fuera del ámbito deportivo.