En la provincia china de Sichuan, un caso de divorcio entre dos granjeros se volvió viral debido a un peculiar desacuerdo: cómo repartir sus aves de corral. La pareja, que criaba 53 animales, llegó al tribunal sin poder decidir qué hacer con 29 pollos en particular, lo que bloqueaba el proceso de separación.
Ante la situación, el juez propuso una solución poco común pero efectiva: entregar 14 pollos a cada uno y compartir el ave restante en una última cena juntos. La propuesta fue aceptada, y así, antes de finalizar el trámite legal, los ahora exesposos disfrutaron de “un delicioso pollo” como despedida.
Está medida también refleja el principio confuciano de li, que promueve el respeto y el equilibrio incluso en momentos de separación, todo sin contravenir la ley. La creatividad del magistrado desató comentarios y elogios en redes sociales locales por su enfoque conciliador y simbólico.