El clavadista mexicano Osmar Olvera fue recibido con entusiasmo, aplausos y música de mariachi a su llegada a México, luego de una destacada actuación en el Campeonato Mundial de Natación celebrado en Singapur, donde obtuvo la medalla de oro en trampolín de 3 metros individual.
Al ritmo de canciones tradicionales como “El Rey” y “Cielito Lindo”, familiares, seguidores y medios de comunicación dieron la bienvenida al joven atleta, quien no solo se coronó campeón del mundo, sino que también logró tres medallas de plata durante su participación en la Copa del Mundo.
Olvera hizo historia al vencer a los clavadistas chinos, considerados los más dominantes en la disciplina, con una ejecución sobresaliente en la final. En la penúltima ronda, logró una calificación de 102.60 puntos por un clavado de cuádruple y medio adelante, colocándose por encima de su rival más cercano, el chino Cao Yuan, con apenas medio punto de diferencia.
Para la última ronda, el mexicano se reservó su clavado más complejo: un doble mortal y medio adelante con tres giros (tirabuzones) en posición carpada, con un grado de dificultad de 3.9. Su impecable ejecución le valió 97.50 puntos y le aseguró la medalla de oro con una puntuación total de 529.55, superando a Cao Yuan (522.70) y a Zongyuan Wang.
Con este logro, Olvera rompe con una larga hegemonía asiática en la disciplina y reafirma su posición como una de las grandes promesas del deporte mexicano. Tras su regreso, el clavadista expresó su intención de seguir compitiendo al más alto nivel y reiteró su deseo de volver a enfrentar a los clavadistas chinos en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.