La economía mexicana enfrenta una desaceleración: el peso se deprecia y la inflación se mantiene alta

El peso registró una ligera depreciación este jueves, reflejando las preocupaciones en torno a la economía del país, que mostró un crecimiento modesto del 0.2% en el segundo trimestre de 2024. Este dato confirma una desaceleración económica, a pesar de una ligera reducción en la inflación, la cual se situó en un 5.16% en la primera quincena de agosto. Sin embargo, este nivel sigue estando por encima del rango meta establecido entre el 3% y 4%.

El tipo de cambio alcanzó los 19.53 pesos por dólar, representando una caída del 0.8%. Esta depreciación refleja una mayor cautela por parte de los inversionistas, quienes han optado por reducir sus posiciones en pesos mexicanos debido a factores tanto internos como externos que afectan la estabilidad económica del país.

Crecimiento del PIB y comportamiento de la inflación

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Producto Interno Bruto (PIB) desestacionalizado registró un incremento de 0.2% entre abril y junio de 2024, en comparación con el trimestre anterior. A nivel anual, es decir, en comparación con el mismo periodo del año anterior, el crecimiento fue del 1%. Aunque este aumento es positivo, la cifra revela una desaceleración en el ritmo de crecimiento de la economía mexicana.

En paralelo, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), principal indicador para medir la inflación, mostró una leve reducción al pasar del 5.61% registrado en la primera quincena de julio al 5.16% en la primera quincena de agosto. Aunque esta disminución podría interpretarse como una señal de alivio, la inflación sigue siendo considerablemente alta y supera el objetivo de política monetaria del Banco de México.

Factores que afectan el tipo de cambio

Los movimientos en el tipo de cambio están estrechamente vinculados con las decisiones de los inversionistas, quienes han reaccionado a una serie de eventos recientes. El miércoles, el peso ya había sufrido una caída del 1.75%, impulsada por factores tanto locales como internacionales. En Estados Unidos, una revisión a la baja en el número de empleos creados aumentó el pesimismo sobre la recuperación económica de su principal socio comercial, lo que tuvo repercusiones inmediatas en el mercado cambiario mexicano.

Adicionalmente, la incertidumbre política también ha jugado un papel relevante. El posible triunfo del partido oficialista y sus aliados en la obtención de una mayoría calificada en el Congreso ha generado inquietud entre los inversionistas. Este escenario facilitaría la aprobación de reformas controvertidas, como la del Poder Judicial, que según algunos empresarios, podría poner en riesgo las inversiones y deteriorar el clima de negocios en el país.

Previsiones de los analistas sobre la economía mexicana

En un análisis reciente, expertos del banco Banorte advirtieron sobre posibles riesgos adicionales para la actividad económica. «Creemos que existen otros vientos en contra para la actividad», señalaron en una nota a sus clientes. Entre los factores mencionados, destacaron los posibles efectos del fenómeno climático de La Niña en la producción agrícola y el inicio de la temporada de lluvias, que podrían impactar negativamente en la economía. Asimismo, expresaron preocupación por la posible desaceleración de la industria manufacturera, especialmente si la actividad en Estados Unidos continúa mostrando señales de debilitamiento.

Por su parte, los analistas de Citibanamex pronostican una tendencia gradual a la baja en la inflación, con una proyección de cierre del año en 4.4%. «Después de los aumentos registrados en quincenas recientes derivados totalmente del componente no subyacente, la inflación anual parece empezar a ceder», indicaron. Este descenso estaría impulsado por sorpresas a la baja en los precios de productos agropecuarios y algunos servicios.

Perspectiva

En resumen, la economía mexicana se enfrenta a un panorama complejo, con un crecimiento económico moderado, una inflación que aunque a la baja, sigue elevada, y una moneda que ha mostrado signos de vulnerabilidad frente al dólar. La reacción de los mercados y las perspectivas a futuro estarán estrechamente ligadas a la evolución de estos factores y a la capacidad del país para enfrentar los desafíos que se avecinan.

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